Monografias.com > Sin categoría
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

Encuentra tu bienestar (página 2)



Partes: 1, 2

También, nos ha pasado que personas que tiempo
atrás nos dieron sinceros regalos, y sinceras
oportunidades, resulta que las defraudamos alguna o muchas veces,
y ya no están dispuestas a ofrecernos ya nada.

Pero, tú no puedes privarte a ti mismo de darte
oportunidades, para crecer, para desarrollarte, para madurar,
para perdonarte, para animarte, para proponerte metas, para
cambiar malos hábitos, para sanar tus heridas, para
reparar tus errores, para retomar tus sueños, para agregar
mas triunfos, para empezar de nuevo.

Tú no puedes seguir siendo el obstáculo, que no
te permite enfocarte en lo que puedes llegar a ser y lograr por
ti mismo.

Para lograr esta meta de regalarte oportunidades necesitas
enfocarte, en varios principios
fundamentales:

Principios fundamentales:

1. Tus fracasos pasados, no pueden
determinar tu futuro.

2. Tus debilidades pasadas, no pueden
dominarte, hasta que termine tu existencia en esta tierra.

3. Tus enemigos, no pueden causarte daño
cada vez, que lo programen y planifiquen.

4. No puedes cambiar tu mundo exterior, pero
puedes controlar tu mundo interno.

5. Tus pensamientos, emociones y
sentimientos, no son el centro de tu vida, debería serlo
Dios y el propósito que tienes en tu vida.

6. Debes conocer tus propósitos en la vida, para
caminar hacia ellos, por ellos, motivados por llegar a ellos, y
sin permitirte, dejar de soñar con ellos.

Si te mantienes enfocado en estos principios, sabrás a
que cosas te tienes que darte nuevas oportunidades, y a que cosas
no puedes darte la  oportunidad de experimentar, pensar,
decidir, o reaccionar.

Recupera el tiempo
perdido

Capítulo anterior: 2 –
Regálate oportunidadesCapítulo siguiente: 4
– Reconciliándote contigo mismo

Muchas veces nos pasamos toda la vida pensando en que si la
vida nos hubiera dado la oportunidad de retroceder el tiempo y
hacer que lo que lo que paso, no nos hubiese pasado, que los
errores que cometimos, no los hayamos cometido, que las personas
que nos hirieron, ni siquiera las hayamos conocido, etc..

Pero, la triste realidad es que cada vez que pensamos en esa
posibilidad, nos hayamos enfrente de un triste callejón
sin salida, el cual no tiene retorno, y no nos queda mas remedio
que aceptar la inesperada realidad en la cual nos
encontramos.

Tenemos la oportunidad que nos da la vida, de que mientras
respiramos, podemos cambiar nuestras circunstancias, y las que no
podemos cambiar, tenemos la habilidad dada por Dios, de controlar
como nos sentimos al respecto.

El error al que nos enfrentamos siempre, no es el tener la
ilusión, de querer controlar el tiempo, para hacer que
todas las experiencias negativas del pasado, nos siga haciendo
daño, el verdadero error, es desconocer las herramientas
que tenemos, para controlar el tiempo, en el cual esas mismas
circunstancias del pasado nos van a seguir haciendo daño,
toda herida, todo trauma, todo temor, todo fracaso, todo suceso,
tiene su tiempo de vencimiento en
el tiempo, y esa fecha de vencimiento tienes que ponérsela
tu mismo.

Las cosas que te hacen daño, no las controlan las
personas que trabajan en función de
hacerte daño, las controlas tu, porque a pesar de que
mucha gente trabaje para hacerte daño en algún
aspecto de tu vida, solo tu decides permitir que cada vez que
esas mismas personas, hagan esas acciones, tu
vuelvas a sentir esas mismas emociones.

Muchas veces nuestras emociones, están muy
estrechamente ligadas, a las conductas aprendidas, y de acuerdo a
como aprendiste a sentirte ante determinada circunstancias,
siempre te sentirás igual, cada vez que se repita 
esas mismas circunstancias, al menos que tu disciplines tus
emociones, tus sentimientos, tus pensamientos, y tus
decisiones.

Si realmente, quieres recuperar el tiempo, recupera el
control de los
sentimientos, de las emociones, de los pensamientos, y de los
patrones de conductas, que te quieren dominar de acuerdo a ese
falso aprendizaje que
tuviste de cómo reaccionar ante ese fracaso, o trauma.

Empieza a aprender, nuevas maneras de reaccionar, de pensar,
de sentirte internamente, cuando te ves al frente de una
determinada situación, que te conlleva a la tendencia a
descontrolarte, sentimental y emocionalmente.

Si una determinada situación te causa, stress, soledad,
depresión, temor, o cualquier
sensación desagradable, simplemente enfréntala y
empieza a ajustar tus acciones y reacciones.

Tenemos, que aprender a conocernos internamente, y descubrir
que cosas nos hacen sentir de tal o cual modo, y por cual
sentimiento, pensamiento, o
emoción lo podemos remplazar, y a la medida en que
canalicemos esas reacciones, estamos acortando el tiempo de
acción,
de las experiencias dolorosas.

Mientras menos tiempo, nos agobien las circunstancias, mas
tiempo de nuestra vida estamos aprovechando, y menos tiempo de
nuestras valiosas vidas estaremos desaprovechando. ¡Dios te
bendiga!

Reconciliándote contigo mismo

Capítulo anterior: 3 – Recupera el
tiempo perdidoCapítulo siguiente: 5 – Fortaleciendo
tus convicciones

Todos los seres por naturaleza
tenemos la gran desdicha de fallar, queramos o no queramos, en
pequeñas cosas o en cosas en gran manera
significativas.

Algunos hemos desarrollado fácilmente la habilidad de
perdonar, al que nos hiere, otros no, algunos perdonamos muy
fácilmente y a otros nos cuesta aun mas, tratar de
perdonar al que nos ofende. 

Pero, peor aun, hay en nuestro ser una forma no sana, de
cómo nos enfrentamos ante nuestras propias torpezas, y
todo depende de cómo hemos sido criado, hay personas, que
son muy tolerantes con sus propias torpezas, malas decisiones, y
debilidades, pero que les exigen a otros que tienen que ser
perfectos, y no deberían equivocarse jamás, y
pareciese que no soportan a la gente que cae en sus propias
torpezas y tienen sus mismas debilidades.

Hay otro tipo de persona, que
muchas veces, juzgan a otros de manera implacable, y piensan que
ellos jamás caerán en esos errores, por eso es que
a ellos mismos, siempre les cuesta, entender como es que la gente
cae en esos errores.

También hay quienes, siempre cometen errores, y siempre
terminan excusándose por sus malas decisiones, y
también excusan a otros, para evitar que alguien los
juzgue.

Pero, también, habemos muchas otras tantas 
personas, que realmente, no sabemos perdonarnos a nosotros
mismos, y aunque a otros podemos entenderlos en sus debilidades,
podemos aconsejarlos, ayudarles, levantarles el autoestima
cuando han fallado, le hemos sabido darle la mano a alguien para
levantarle cuando ha caído, le hemos servido de
ayuda  a alguien que ha dañado su testimonio, y hemos
levantado el autoestima del que se esta muriendo con una culpa de
algo terrible que cometió, todavía aun nosotros
mismos, no nos hemos podido perdonar nuestras debilidades,
torpezas, y flaquezas, es como si algo por dentro nos dijese, los
demás si tienen permiso para fallar, pero tu no. 

¿Y qué cuando nosotros fallamos?

Porque será tan difícil, de que nos perdonemos a
nosotros mismo? Sin duda todos tenemos razones distintas por las
cuales aprendimos a no aceptar, que podemos fallar  tan
igual como cualquier mortal en este mundo.

En mi caso personal,
reflexionando en el tema, considero que se lo debo al hecho de
que tuve una madre y un padre, ambos muy perfeccionistas hasta el
punto, que las mas insignificantes fallas, eran criticadas, bien
castigadas, recordadas una y otra vez, y hasta si éramos
residentes en alguna falta, ya teníamos una etiqueta que
nos marcaba para siempre.

Tenemos que aprender, a borrar las etiquetas que en el pasado
nos impusieron, tal vez tu padre o madre, abuelos, tíos,
compañeros de clase,
maestros, vecinos, quien haya sido.

El problema no es que fallemos, el problema radica en que no
sabemos que hacer con nuestras fallas, mientras lo intentas por
lo menos comienza en aceptar que tu eres un ser humano, con
fallas así como virtudes, y que si bien no debes seguir
errando, tampoco debes seguir identificándote con el
error, como si tuvieran un sentido de pertenencia el error
contigo y tu con el.

Errar, es una circunstancia, que fue adversa, que te limito,
que saco lo peor de ti, solo eso circunstancia, (espacio de
tiempo, de lugar, solo fue un suceso) y no importa cuantas veces
se haya repetido, solo fue un suceso, no puedes calificarte por
tus sucesos, debes identificarte por tu carácter, personalidad,
características propias de ti, que te diferencian de los
demás, perdona los errores del pasado que hayas cometido,
y continua experimentando, en la vida, hasta que apuntes al
blanco de donde quieres llegar, y si no has llegado, continua
trabajando hasta que llegues, y si todavía no llegas
continua hasta que llegues.

Fortaleciendo tus
convicciones

Capítulo anterior: 4 –
Reconciliándote contigo mismoCapítulo
siguiente:
6 – Enfócate en tus logros

No hay nada mas poderoso en el ser humano, que sus propias
convicciones, cuando uno cree algo, aunque no lo planee, piensa
en eso que cree, actúa de acuerdo a sus pensamientos
referentes a lo que cree, y vive de acuerdo a lo que cree.

Si cree que es un fracasado, tendrá pensamientos de
fracasos, y actuara como un  fracasado, si se cree un
rechazado, pensara en solo rechazos, actuara como victima de
rechazos, y su autoestima le hará sentir rechazado.

Por eso, es que muy importante, meditar acerca de lo que
pensamos, porque muchas veces hay pensamientos que siempre
tenemos, y que sin darnos cuenta nos han dominado por
años, y nunca nos dimos cuenta de ello, y resulta que
simplemente se constituyeron en profundas convicciones que
internalizamos en nuestra mente,  sin tener conciencia de
ello.

Tenemos que ser agentes activos en cuanto
a lo que pensamos, y tenemos que tomar una posición de
responsabilidad acerca de lo que hacemos al
respecto, nuestros pensamientos no nos pueden dominar, ni
limitar.

Cuando nosotros tomamos las acciones, para poder
controlar nuestros pensamientos, no solamente estaremos en
control de lo que pensamos, sino que también estaremos en
control de lo que sentimos, y no solamente tendremos control de
lo que sentimos en cuanto a los sentimientos, sino también
de lo que sentimos en cuanto a las emociones.

Nuestros sentimientos y emociones se acoplan al molde del
patrón de pensamiento que establecemos, en nuestro
interior.

Si nuestro pensamiento es de derrota, así nos
sentiremos, y nuestras emociones van a estar supeditadas a esa
manera de vernos a nosotros mismos.

Es por ello, que ante las cosas mas comunes de la vida, cada
persona tiene reacciones diferentes, por ejemplo:

La Lluvia; algunos sentimos emociones agradables cuando
llueve, y hasta nos puede cambiar el humor en segundos.

La Salida del Sol; algunos podemos disfrutar cuando amanece a
otros puede hacerles sentir una emoción diferente.

El frío o el calor; algunos
nos sentimos mas cómodos son algunas de las dos
temperaturas. Lo mismo suele pasar, en cuanto a los
fracasos, los temores, los tropiezos, las malas noticias, las
buenas noticias, de acuerdo a como pensemos de nosotros mismos
reaccionaremos, con satisfacción, insatisfacción,
indiferencia. Todo dependerá de que hemos estado pensado
por años, por meses, por semanas, por días, por
horas, e incluso por minutos.

¿Cuántos perdieron su matrimonio?, por
haber tenido por unos escasos minutos, una convicción
equivocada acerca de su pareja, ¿Cuántos perdieron
su empleo, por
haber tenido una convicción acerca de su empleo, su jefe,
su sueldo? luego vieron que no era así.

¿Cuántos se fueron de su casa, por haber tenido
una convicción equivocada acerca de las reglas de sus
padres, y ahora que maduraron ven sus propios errores, por
dejarse llevar por sus ideas.

Sólo actuaron, de acuerdo a como le dijeron sus
convicciones, pero de acuerdo a lo que pensaron hablaron,
actuaron y decidieron, y ahora solo quedan las consecuencias.

 Pero, tu trabajo es
crearte convicciones reales, que estén basadas en metas
que quieres lograr, en miedos que deseas contra-atacar, en
temores que deseas superar, en heridas que deseas sanar, y en
sentimientos y emociones que deseas dominar.

Enfócate en
tus logros

Capítulo anterior: 5 –
Fortaleciendo tus conviccionesCapítulo siguiente: 7
– Disciplínate a ti mismo

Así, como cada vez que examinamos un reloj nos
señalara la hora, cada vez que examinamos un termómetro nos señalara  la
temperatura,
también cada vez que examinamos nuestros logros, nos
señalaran nuestras virtudes y fortalezas.

Por eso, es que es necesario que te enfoques en tus logros, en
que cosas hiciste, o dejaste de hacer para llegar a ellos.

Solamente, cuando te enfocas en los logros, no te permites
llorar una vez mas por tus fracasos, simplemente cada vez que
intentes la formula que te llevo al logro, terminaras otra vez
marcándote un nuevo triunfo para el futuro.

La razón, por la cual, mucha gente triunfo en un
determinado momento, y en otro determinado momento no
triunfó, pero luego, sigue pasando el tiempo, y a esa
persona, todavía le cuesta sacarse otro triunfo, es porque
se dejo absorber por la incertidumbre de no poder conocer, cuales
fueron los motivos que le llevaron a fracasar, se pregunta en que
habrá fallado, porque no llego, si antes había
llegado a esa tan deseada meta.

Pero lamentablemente la culpa no la tiene su fracaso, la culpa
esta, es en que no aprendió absolutamente nada de su
triunfo.

Cada triunfo te regala en la vida una oportunidad, para
meditar en tus dones, en tus talentos, en tus habilidades, en tus
virtudes.

Mientras que cada fracaso en la vida, te señala tus
propias debilidades, fallas, defectos, tu culpabilidad,
tus impedimentos y limitaciones.

Es muy necesario, que estudies cada unas de tus
limitaciones, defectos, fallas, impedimentos y culpas, pero, no
debes enfocarte en ellos, solo debes meditarlo, tratar de
cambiarlo y recuperarte. Cuando tú te enfocas en tus
logros, te estás
permitiendo: -       
Realzar tu
confianza, -       
Realzar tu
autoestima, -       
Valorar tus
habilidades, -       
Levantarte de tus
circunstancias, -       
Ayudar a otros y a ti
mismo, -        Crecer
como persona, -       
Evitarte nuevos
fracasos, -       
Reponerte de los
tropiezos, -       
Afirmar tus
convicciones, -       
Garantizarte
éxitos, -       
Conocerte más a ti mismo,Cuanto más tiempo te
dediques en meditar en tus logros, más tiempo estas
garantizándote a ti mismo futuros triunfos.

Disciplínate a
ti mismo

Capítulo anterior: 6 –
Enfócate en tus logrosCapítulo siguiente: 8
– Conociendo tus debilidades

Todo ser humano necesita tener disciplina en
su vida; bien sea la disciplina que implica tener hábitos,
como la disciplina que implica castigo.

Disciplinar nuestras vidas, asumiendo hábitos que nos
permitan llegar a una meta, no es nada fácil, y cuando se
trata de escoger quienes establecerán nuestros
hábitos, a veces preferiríamos escoger nuestros
hábitos nosotros mismos, o que otro no los impongan, (En
el caso de que creamos que no tenemos fuerza de
voluntad, para tomar nuestras decisiones)

Disciplinar nuestras vidas, en cuanto a lo que se refiere al
castigo, para todo ser humano, es una situación
muchísima más seria. Tanto así, que si fuera
por nosotros, siempre seleccionaríamos, la opción,
no  a la disciplina.

Todos los seres humanos tememos al castigo, ya que todo
castigo, conlleva consigo dolor, si la disciplina como
hábito conlleva dolor, mas dolor aun genera, el castigo
por nuestras malas decisiones.

Si estudiamos acerca de que personas son las mas correctas y
adecuadas para imponernos un castigo, tal vez tendríamos
múltiples opciones, y diríamos, mis padres, los
maestros, los funcionarios de la ley, etc…

Pero, nunca ha considerado seriamente el hecho de que usted
mismo puede decidir por si mismo, cual seria el castigo o digamos
la corrección adecuada, para nuestros actos.

Tenemos que centrarnos en la idea, de que nosotros mismos
somos mayordomos de lo que fuimos, somos y seremos, y por
más hábitos que nos impongan o castigos que nos
den, si no asumimos que realmente no los merecemos, y que es por
nuestro bien, siempre estaremos, Excusándonos por nuestros
malos hábitos, o malas decisiones, y siempre estaremos
criticando y juzgando al que nos  impuso el castigo o el
habito a seguir.

Pero, no hay victoria más considerable, que las propias
correcciones, y hábitos que asumimos nosotros, mismos,
porque esto solo puede darse cuando estamos concientemente
comprometidos, a dar lo mejor de nosotros.

Nadie puede hacernos sentir conforme con unos hábitos o
con una forma de castigo impuesta, pero nosotros mismos podemos
convencernos a nosotros mismos,  de cual habito o castigo,
nos pueda beneficiar realmente, y dar resultados esperados.

Nadie nos conoce tanto como nosotros mismos, y nadie puede
internalizar nuestros propios sueños y anhelos que
nosotros mismos.

Si no tienes sueños, metas y anhelos, nunca te
parecerá importante disciplinar tu vida, pero cuando
quieres llegar a un lugar determinado, que te has fijado y
propuesto llegar, ninguna disciplina seria innecesaria ajustar
cambios fundamentales en tu vida.

Necesitas enfocarte en
principios: -        Toda
disciplina implica
cambios,-        Toda
disciplina tiene
propósitos,-       
Toda disciplina implica riesgos,-       
Toda disciplina permite
logros,-        Toda
disciplina requiere toma de conciencia

Disciplina tu vida, y obtendrás cambios, lograras
metas, superarás barreras, y producirá madurez y
crecimiento progresivo

Conociendo tus
debilidades

Capítulo anterior: 7 –
Disciplínate a ti mismoCapítulo siguiente: 9
– Asume tus responsabilidades

Todas y cada una de las personas, sin excepción,
tenemos tanto profundas, como sencillas debilidades, eso es una
de las pocas cosas que tenemos en común todos los seres
humanos.

Sin, embargo, la mayoría, no estamos condicionados para
enfrentarnos a ellas, y se hace mas difícil aceptarlas en
nuestras vidas, cuando esas debilidades son expuestas en
publico.

Pero, es necesario, de que cada persona tome conciencia de que
tipos de debilidades posee, y aprenda a explorar su mundo
interior.

Muchas veces, no nos preocupamos en eso, y descuidamos el
auto-análisis a fondo, acerca de nuestras
virtudes y defectos.

Algunas personas, tienen la tendencia a enfocarse en sus
virtudes, pero cuando caen en un fracaso por causa de una
debilidad a la cual nunca le prestaron atención, su frustración es casi
inmediata.

Otras personas, se enfocan mas en sus debilidades, que en sus
virtudes, talentos, y dones, y siempre tienden a tener muchos
temores, a caer y a reincidir en una debilidad, y no hacen nada
por conocer la manera de contrarrestarlas.

Pero, independientemente, de en cuales de los dos aspectos te
enfoques mas, bien sea en tus debilidades o en tus fortalezas, lo
mas importante que debes tomar en cuenta, es de que nada ni nadie
debe conocer mejor tus debilidades que tu mismo.

Muchas mujeres, cayeron en los brazos de un hombre por no
conocer su punto débil, pero el hombre si
que lo supo, de antemano, y se preparo al respecto, mucha gente a
sido vilmente defraudada económicamente porque no
conocía sus debilidades, pero obviamente su 
estafador si, así como estas cosas habrían muchos
ejemplos  de la vida cotidiana que podríamos
citar.

¿Que son las debilidades?

Las debilidades, son aspectos de nuestras vidas, que no
podemos controlar por nosotros
mismos. Ejemplos: 

- Emociones,- Sentimientos,- Temores,- Heridas,- Traumas.

Nosotros, individualmente debemos estudiar en privado y a
fondo, cada etapa, de nuestra vida, infancia,
adolescencia,
juventud, edad
adulta e incluso en la vejez, no hay
una edad en el hombre en el que el ser humano, ya pueda decir ya
termine de aprender, o ya no tengo debilidades.

Debemos auto-analizarnos, cuales temores nos han perseguido en
cada etapa, cuales sentimientos tenemos muy frecuentemente, y que
emociones vemos que no sabemos canalizar, cuando la sentimos.

Cuando hayas hecho esta pequeña refilón acerca
de ti mismo, descubrirás, tus verdaderas debilidades, y
solo cuando tu descubras tus debilidades, solo cuando llegues a
descubrirlas, es que podrás fortalecer tus debilidades, y
debes hacerlo tu mismo, antes de que otro descubra primero tus
debilidades y juegue con eso para hacerte daño.

Asume tus
responsabilidades

Capítulo anterior: 8 – Conociendo
tus debilidades

 El peor error que solemos cometer es el no saber tomar
conciencia de nuestras responsabilidades, bien sea
responsabilidad, por lo que hicimos, responsabilidades por los
que no hicimos, y peor aun, responsabilidades por lo que haremos
al respecto.   La mayoría de los seres humanos,
tenemos la tendencia, consciente o inconscientemente, de
continuamente evadir nuestras responsabilidades.  

– Evadimos las responsabilidades, de asumir nuestros errores,
para no sentirnos culpables.  

– Evadimos las responsabilidades de asumir que cosas pudimos
haber hecho y no la hicimos, para evitar sentirnos culpables, y
para no sentirnos ignorantes.

– Evadimos las responsabilidades de lo que tenemos que hacer
para no asumir riesgos. La verdad, son muchas cosas las que no
asumimos para no tener que lidiar con la culpa, con los riesgos,
con las consecuencias de nuestras acciones, para burlar nuestras
conciencias y no nos acuse, para no dañar nuestra
reputación o la imagen que
tenemos de nosotros mismos. Lo peor de eso, es que mientras mas
nos tardemos en asumir nuestras responsabilidades, peor
serán las consecuencias, la culpa y los riesgos.
 

Muchas veces, tenemos la fatal idea de que si no asumimos
riesgos no perdemos, pero muchas veces hay riesgos, que mas que
eso son nuevos retos que nos llevaran a lograr nuevas metas, y si
no los asumimos nunca, no llegaremos a la meta nunca.
  También, tenemos la fatal idea de que si asumimos
la culpa que tenemos por lo que hicimos o dejamos de hacer,
siempre la conciencia nos va a seguir atacando y haciendo
daño por el resto de nuestras vidas.  

Pero no tiene que ser así, puesto que una vez, que
hayamos asumido concientemente, nuestra responsabilidad de
verificar que tan culpables somos o no, nos queda la necesidad,
de asumir que responsabilidad tenemos que asumir al respecto, es
decir, que podemos hacer para cambiar lo que hicimos mal, tomando
mejores decisiones presentes y futuras.  

Mientras más tardemos en asumir
responsabilidades, mas tardaremos en llegar a metas, en alcanza
sueños, en sanar heridas,  confrontar emociones,
solucionar situaciones, sustituir sentimientos, y muchas
otras cosas.

 

 

 

 

Autor:

Maria de los A. Pérez

Fecha de publicación: 29/04/08

www.mailxmail.com/curso/vida/encuentrabienestar

Partes: 1, 2
 Página anterior Volver al principio del trabajoPágina siguiente 

Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

Categorias
Newsletter